La impresión de catálogos como estrategia comercial

Si hay un descubrimiento que ha revolucionado el mundo ese es internet. Uno podría pensar que el catálogo físico, que se puede tocar, ver e incluso oler, está extinto o abocado a la extinción, pero nada más lejos de la realidad. Pese a la deriva impuesta por el desarrollo de las nuevas tecnologías los catálogos impresos siguen teniendo vigencia y autoridad como herramienta de marketing. A veces incluso conviven con un catálogo online. También tenemos que tener en cuenta nuestro target, que si se ubica en una franja de edad alta o incluso ambivalente, la mejor forma de llegar y mostrar nuestro producto o servicio, puede pasar por el catálogo en su vertiente más tradicional.

Consejos para mejorar el diseño de tus catálogos

Hay ciertos aspectos fundamentales y criterios que tiene que cumplir nuestro catálogo. En primer lugar será un reflejo, una extensión, de nuestra imagen de marca. No podemos descuidar su aspecto o crear un catálogo con características genéricas. Debe ser una referencia a nuestro logo, a nuestra marca y a nuestra paleta de colores corporativos.

El catálogo debe mostrar lo más representativo de nuestro stock, si estamos vendiendo un producto, o ser claro y conciso en cuanto a nuestra carta de servicios. Debemos de ser capaces de condensar lo que queremos en el menor espacio posible, con el fin de que el cliente no se sienta abrumado y capte el mensaje antes de llegar a aburrirse.

Para finalizar debemos cuidar muy meticulosamente las calidad del catálogo, sus materiales, así como la impresión. No es una cuestión baladí. Cuidar nuestra imagen es cuidar nuestra actividad empresarial, y por deferencia, la de nuestros clientes potenciales.

Beneficios de la impresión de catálogos comerciales

Imprimir catálogo por primera vez conlleva trazar de antemano una línea estratégica sobre lo que queremos. La impresión de un catálogo debe estar supeditada a una necesidad específica, a saber:

Dar a conocer nuestra marca, mostrar los productos o servicios del año en curso, promocionar ciertos productos o servicios mediante un reclamo de descuentos, fidelizar clientes etc. No todos los catálogos son iguales porque no todos los catálogos tienen los mismos fines.

Si somos conscientes de esto podremos beneficiarnos de forma directa de las intenciones mismas del catálogo. Por otro lado, en lo que concierne al ámbito puramente material, un catálogo sigue siendo una forma excepcional de dar visibilidad a nuestro negocio. Para imprimir el catálogo debemos acudir a expertos cualificados.

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